Estaba yo disfrutando de una comida super ligera... pensando en el chapuzón que me iba a pegar después de comer, pero entonces, recordé las palabras de mi madre: “no te bañes después de comer! Tienes que esperarte dos horas!”

Tradicionalmente se decía esto, y sigue habiendo gente que lo sigue pensando,pero, ¿qué dice la ciencia al respecto?

La creencia de que la digestión se interrumpe al entrar en el agua no tiene una base científica sólida. Sin embargo, aunque después de comer el tracto gastrointestinal requiere más flujo sanguíneo para realizar la digestión,esto no impide que otros órganos y músculos reciban sangre, yo sigo teniendo sangre en el dedo gordo del pie después de comer... 

Así que no hay evidencia científica que indique que bañarse después de comer cause calambres o ahogamientos. Además la digestión no solo dura dos horas, depende del alimento puede durar varias más.

Entonces, ¿de dónde viene el miedo al corte de digestión? 

El verdadero riesgo está relacionado con la hidrocución, que es un tipo de shock que ocurre cuando el cuerpo experimenta un cambio brusco de temperatura, es decir, no es un problema digestivo. 

Este shock puede suceder sin ni siquiera comer, solo al entrar rápidamente en agua fría después de haber tomado el sol o haber hecho ejercicio intenso. Puede ocurrir incluso en la ducha si por lo que sea nos ponemos el agua congelada. La diferencia sería que nos desmayaríamos, y que, a no ser que cayeramos mal y nos dieramos un golpe en la cabeza o algo, seguiríamos vivos pero con un moratón por la hostia que nos hemos dado. Ahora, esto te pasa rodeado de agua, y a no ser que sepas nadar estando incosciente, estarás en problemas. 

La hidrocución también puede causar ahogamiento por si sola sin estar rodeados de agua, pero es en los casos más extremos.

Aunque sí que es cierto que una comida copiosa podría empeorar los sintomas o favorecer la hidrocución, pero sería un factor más entre los que se encuentran: tomar el sol en exceso antes del año, sudar mucho antes de tirarse al agua, hacer ejercicio intenso antes de nadar, traumatismos previos a la entrada al agua: Por ejemplo al saltar desde cierta altura y caer directamente sobre el vientre se puede producir una pérdida brusca del conocimiento y paro cardiorrespiratorio...

Es fundamental entrar al agua poco a poco, permitiendo que el cuerpo de adapte gradualmente a la temperatura del agua. Podemos ir mojándose partes del cuerpo como los pies, manos, nuca, cabeza, tripita... si entramos despacio nosotros mismos nos daremos cuenta si algo raro nos sucede y podremos reaccionar y salir del agua. Ya que la mayoría de las veces la hidrocución viene precedida por unas señales, que son: ver borroso, estar en un estado como si nos estuvieramos mareando, zumbidos en los oídos, dolor de cabeza, sensación de picor y calor en la piel...

Así que puedes bañarte después de comer, ya que la digestión continuará sin problemas, lo importante, ya sabes, evitar cambios bruscos de temperatura.

Así que podríamos decir que lo de no bañarse después de comer es un plan para que los adultos puedan dormir la siesta sin estar vigilando a los niños... =P