Todo empezó con la película de Rocky, con ese desayuno de campeones, "nosecuantos" huevos crudos sin ni siquiera batirlos. Pero es que cuando lo buscaban en Rambo, ya sabían de lo que era capaz:

“comer cosas que harían vomitar a una cabra”

Hubo un tiempo que gente recomendaba comer huevos crudos para crear músculo más rápido. Este mito ya no tiene tanta fuerza como antes, pero nunca está de más recordar:

¿por qué no debemos comer huevos crudos?

 Pues hay varias razones. La más importante es la Salmonella, una bacteria que puede estar presente en los huevos (ya que, recordemos, los huevos salen por el mismo conducto por el que cagan por lo que están en contacto con excrementos de aves). Esta solo se elimina cocinándolos a más de 65-70 grados. Si comes un huevo crudo, te arriesgas a una buena intoxicación alimentaria.

Además, los huevos crudos tienen algo llamado avidina, que bloquea la absorción de una vitamina importante: la biotina (esa que es famosa en productos que te hacen crecer el pelo y las uñas). Y, claro, la proteína del huevo crudo es más difícil de digerir. Así que, básicamente, te estás perdiendo muchos de sus beneficios nutricionales.

Cuando cocinas un huevo, la proteína se desnaturaliza, lo que significa que se vuelve más fácil de digerir y sus nutrientes se absorben mejor. Así que, ¡punto a favor de los huevos cocidos!

Y ojo, no solo hay que preocuparse por comer huevos crudos. También hay que tener cuidado con tortillas poco hechas o salsas que lleven huevo crudo como la mayonesa casera. ¡Asegúrate siempre de cocinarlos bien!

Un truco para los amantes de las tortillas poco cuajadas: si no quieres renunciar a esa textura pero quieres evitar problemas, es usar ovoproductos pasteurizados.

Por último, no te olvides de la higiene en la cocina: No uses el mismo tenedor para batir los huevos y luego para servir la tortilla, o incluso usar el mismo plato que has usado para darle la vuelta. Si quieres saber más truquitos para evitar la salmonella tienes que vereste video!