¿Sabías que el salmón que compras habitualmente no tendría por que ser naranja? y digo esto porque seguro que compras el de piscifactoría, que te vas a por el "barato" =P...


Pero... si todos los salmones de naranjas color salmón!!! NO??

Y es que en la naturaleza, el salmón salvaje obtiene su color naranja al comer pequeños crustáceos y kril, que contienen un pigmento rojizo llamado astaxantina. Este pigmento no solo les da su color, sino que también les aporta un potente efecto antioxidante, beneficios tanto a los salmones como a los humanos que se los comen.

 La astaxantina se encuentra de forma natural en ciertas micro-algas, y es la responsable de los colores rojos y anaranjados de muchas especies , como el kril, el camarón , el cangrejo, los flamencos y, por supuesto, el salmón.

Si prefieres escucharlo:


Pero aquí viene lo interesante:

El salmón de cultivo no adquiere este color de manera natural. Sin la dieta que tendría en la naturaleza, los salmones de piscifactoría son en realidad de un tono grisáceo. La dieta típica de los salmones criados suele incluir croquetas elaboradas con aceite, carne de pescados pequeños (arenques y anchoas), gluten de maíz, soja, grasa de pollo... vaya, típicos alimentos que podemos encontrar en el mar.

Así que para que el salmón de cultivo tenga ese color naranja que todos conocemos y deseamos, se le añade astaxantina a su dieta, ya sea a través de polvos de crustáceos, algas o, más comúnmente, de manera sintética, debido a los menores costos de producción. Y pasa lo mismo con la trucha asalmonada (trucha arcoiris).

OJO, esto no quiere decir que comer salmón de piscifactoria no sea saludable,pues la astaxantina, aunque añadida a su dieta de manera manual, sigue siendo un antioxidante.

Imagina esto: si no se añadiera astaxantina al salmón de cultivo, este tendría el mismo sabor, pero su apariencia sería bastante diferente. ¿Te imaginas comprar salmón gris en el supermercado? Pues bien, esa preferencia por el color nos cuesta dinero. La astaxantina representa cerca del 20% del costo de la dieta de los salmones de piscifactoría. Si un paquete de salmón ahumado cuesta 4 euros, haciendo el calcula del -20% sin el pigmento se quedaría en 3,20 euros. ¡Un ahorro de 80 céntimos por paquete! más de uno se habría comprado ya un coche =P

La demanda del consumidor es tan poderosa que la industria alimentaria ajusta sus productos a nuestras preferencias, aunque solo sean visuales. Así que, la próxima vez que veas ese bonito color naranja en tu salmón, recuerda que en parte estás pagando por una cuestión estética.

Como consumidores...tenemos que tener cuidado con lo que “pedimos” a la industria alimentaria, que básicamente es un reflejo de lo que compramos en nuestro día a día.



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