Imagina que estás en una parrillada con los amigos. Las brasas suenan, el aroma a salchichas y chorizo impregna el aire, y de repente, alguien como yo pregunta...


 ¿sabíais que la carne procesada es cancerígena?


vamos... una waterparty







No es que la carne procesada vaya a causarte problemas de inmediato, pero es importante entender qué hay detrás de esta afirmación.


¿Qué es la carne procesada?



Es carne que pasa por muchos procesos como el ahumado, el curado, la salazón... básicamente por procesos que mejoran o aumentan su sabor o conservación. Esto incluye a las salchichas de los hotdogs, a las burgermeat, embutidos, jamón, tocino, carne enlatada...e incluso salsas con base de carne.


Según la agencia internacional para la investigación del cáncer (que es parte de la OMS), la carne procesada está clasificada en el grupo 1, es decir, cancerígeno para los humanos. Esto significa que hay pruebas sólidas de que su consumo puede causar cáncer, especialmente cáncer colorrectal.


La carne roja, en cambio, está en el grupo 2A, es decir, probablemente cancerígena. Aquí la evidencia no es tan concluyente, pero hay indicios de que podría aumentar el riesgo.






¿Entonces, si como carne procesada tengo más riesgo de padecer cáncer?


Comer 50 gramos de carne procesada al día puede aumentar el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%!!!

El equivalente de 50gramos perfectamente podría ser una sola salchicha, 5 lonchas de chorizo de pamplona, o 2 lonchas de mortadela. Quizá ahora estés pensando en todos los sandwich que te has hecho para almorzar... [es que es para reflexionar eh]


Pero ¿por qué la carne procesada es cancerígena?



Cuando la carne se procesa o cocina a altas temperaturas, se generan compuestos químicos como las aminas aromáticas heterociclicas, hidrocarburos policiclicos, compuestos N-nitrosos..., que son sustancias que se sabe o se sospecha que son cancerígenas.


¿qué podemos hacer para evitarlo? 


1.- Elegir cortes magros, con poca grasa visible. Esto ayudará a reducir el consumo de grasas saturadas. Además, al cocinar carnes con menos grasa también se producen menos sustancias químicas dañinas que se generan cuando las grasas se queman o carbonizan a altas temperaturas.

2.- Elige métodos saludables de cocción. Es decir, reduce los fritos, y mejor cocina al horno, en la airfryer o a la plancha.

3.- Diversifica tu dieta. Es decir, la mayoría de las veces cuando consumimos proteínas lo hacemos a través de la carne. En promedio, consumimos cerca de 50 kilos de carne al año por persona, pero menos de 4 kilos de legumbres!! esto nos deja mucho margen para mejorar. Las legumbres como lentejas y garbanzos, frutos secos, semillas y huevos son excelentes fuentes proteicas.

4.- Reduce la carne procesada. Intenta reservar los embutidos para ocasiones especiales en lugar de incluirlos en tu dieta diaria.


Con este video no quiero meterte miedo con lo que comes, simplemente brindarte la información para que luego puedas hacer las elecciones que creas conveniente.



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